En el año 2007 llegaban a España 58,6 millones de turistas extranjeros. El sector daba empleo a 1,9 millones de empleados.
Transcurren 10 años y tras dicho periodo, ¿cuál es la nueva foto del sector en 2017?
Año 2017: la cifra de turistas extranjeros se dispara hasta los 81,9 millones, esto es, aumenta un 40%.
Sin embargo, en lo que respecta al empleo del sector, la cifra solo aumenta hasta los 2,3 millones de trabajadores, o, lo que es lo mismo, se eleva mucho menos, un 18,5%.
¿Y cómo se traduce esto en dinero para el sector?
Uf, pues de una forma bastante escandalosa, por decirlo suavemente.
Lo explicamos. En 2007 el gasto medio por turista se cuantificaba en 877 euros. Multiplicada esta cifra por los 58,6 millones que vinieron, el ingreso global fue de unos 51.500 millones de euros.
Ahora supongamos que el coste medio por empleado por aquel entonces fue de 25.000 euros. Esto haría una cifra de unos 48.400 millones de euros, por lo que el margen del sector con respecto a los costes salariales era de unos 3.000 millones de euros.
Y prestad atención ahora. En 2017 el gasto medio por turista se cifró en 1.063 euros anuales. Todo esto lo comprobáis en el INE, o en Turespaña, donde queráis, no nos lo inventamos nunca, ya lo sabéis.
Los ingresos del sector provenientes del turismo extranjero, teniendo en cuenta el dato anterior, ascienden a 87.000 millones de euros. Calculadoras.
Pero mirad. Suponiendo en 2017 un coste medio por trabajador de 30.000 euros -un incremento similar al del gasto medio por turista- los costes de personal del sector son 71.700 millones de euros.
Por lo que, conclusión, el margen del sector en 2017 se eleva hasta los 15.300 millones de euros, cuando en 2007, hace 10 años, y cuando ni tan siquiera había crisis, solamente era de 3.000 millones de euros.
Os lo planteáis, donde os lo tengáis que plantear, cuando queráis hablar del paro, de modernizar España, de redistribución fiscal o de justicia social.
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