(...)Ross Anderson, un importante académico especializado en seguridad informática y privacidad,cree que las revelaciones de Snowden fueron un momento trascendental fueron uno de esos momentos luminosos que cambian la forma en que la gente ve las cosas", explica Anderson, profesor de Ingeniería de Seguridad en el laboratorio informático de la Universidad de Cambridge. "Quizá no cambiaron mucho en Reino Unido por nuestra cultura de idolatrar a James Bond y todo lo que hace. Pero en el resto del mundo hizo que la gente comprendiera realmente que la vigilancia es un asunto serio".
Los legisladores y gran parte de los medios de comunicación británicos no se han comprometido al mismo nivel que sus colegas en otros países europeos, en Estados Unidos, América Latina, Asia y Australia. Entre las excepciones está el diputado liberal demócrata Julian Huppert, que presionó por este tema hasta que perdió su escaño en las elecciones de 2015. "Las revelaciones de Snowden fueron un golpe tremendo, pero han hecho que logremos mayor transparencia en algunas de las agencias sobre su trabajo", sostiene.
"El contraataque acaba de comenzar"Una de las revelaciones que más impacto tuvo fue sobre el nivel de colaboración entre las agencias dUe inteligencia y las empresas de internet. En 2013, las empresas estadounidenses aventajaban a la UE en las negociaciones sobre protección de datos. Las filtraciones de Snowden cayeron como una bomba en medio de las negociaciones y la ley de protección de datos que se aplicó el mes pasado es una consecuencia de ello.
Uno de los efectos más visibles de las revelaciones de Snowden fue la pequeña señal amarilla que comenzó a aparecer en el servicio de mensajería WhatsApp en abril de 2016: "Los mensajes y llamadas en este chat ahora están protegidos con cifrado de extremo a extremo".
Antes de Snowden, este cifrado lo usaba poca gente. "Si pudiera regresar a 2013", explica Jillian York, directora del departamento internacional por la libertad de expresión del grupo por los derechos digitales de la Fundación Electronic Frontier, "yo quizá en mi teléfono tendría TextSecure, la versión previa de la comunicación cifrada de la aplicación Signal. Tendría otra herramienta de cifrado de correo electrónico, PGP, pero no la usaría nadie". La única gran excepción era el iMessage de Apple, que ha estado cifrado de extremo a extremo desde su lanzamiento en 2011.
Los desarrolladores en las grandes empresas tecnológicas, escandalizados por las revelaciones de Snowden, comenzaron a ponerse en acción. Algunos, como los de WhatsApp, aplicación que fue comprada por Facebook un año después de que salieran a la luz las filtraciones, implementaron su propio cifrado. Otros, como Alex Stamos, de Yahoo, dimitieron antes que apoyar más espionaje (Stamos es ahora director de seguridad de Facebook, pero ha anunciado que saldrá pronto de la compañía).
"Sin Snowden", cuenta York. "no creo que Signal hubiera conseguido financiación. No creo que Facebook hubiera conseguido a Alex Stamos, porque se habría quedado en Yahoo. Estas pequeñas acciones provocaron acciones mayores. No es que estas empresas de pronto dijeran ‘nos importa la privacidad’. Creo que no tuvieron otra opción".
Otros cambios en el sector tecnológico demuestran que la influencia de Snowden ha sido limitada en muchos aspectos. El ascenso del "altavoz inteligente", ejemplificado en el Echo de Amazon, ha dejado perplejos a muchos activistas defensores de la privacidad. ¿Por qué, sólo unos años después de un escándalo mundial sobre vigilancia a manos del Gobierno, la gente acepta instalar en sus hogares micrófonos que permanecen siempre encendidos?
"El reciente dilema de privacidad que representa instalar un aparato que puede literalmente oír todo lo que dices es una escalofriante innovación en la era de las cosas conectadas a internet", escribió el año pasado Adam Clark Estes, de Gizmodo.
Hacia el fin de la entrevista, Snowden recuerda uno de sus primeros alias, Cincinnatus, en homenaje al romano que regresó a su granja tras servir a la sociedad. Snowden explica que él también siente que, una vez cumplido su rol, se ha retirado a una vida tranquila, pasando el tiempo desarrollando herramientas para ayudar al periodismo a proteger sus fuentes. "Creo que nunca me había sentido tan realizado", afirma.
Sin embargo, aclara que no celebrará el aniversario como un triunfo. Todavía queda mucho por hacer. "El contraataque acaba de comenzar", asegura Snowden. "Los gobiernos y las empresas llevan mucho tiempo en este juego y nosotros acabamos de comenzar".
Traducido por Lucía Balducci
Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/gente-sigue-tener-poder-ahora_0_779372531.html
Los legisladores y gran parte de los medios de comunicación británicos no se han comprometido al mismo nivel que sus colegas en otros países europeos, en Estados Unidos, América Latina, Asia y Australia. Entre las excepciones está el diputado liberal demócrata Julian Huppert, que presionó por este tema hasta que perdió su escaño en las elecciones de 2015. "Las revelaciones de Snowden fueron un golpe tremendo, pero han hecho que logremos mayor transparencia en algunas de las agencias sobre su trabajo", sostiene.
"El contraataque acaba de comenzar"Una de las revelaciones que más impacto tuvo fue sobre el nivel de colaboración entre las agencias dUe inteligencia y las empresas de internet. En 2013, las empresas estadounidenses aventajaban a la UE en las negociaciones sobre protección de datos. Las filtraciones de Snowden cayeron como una bomba en medio de las negociaciones y la ley de protección de datos que se aplicó el mes pasado es una consecuencia de ello.
Uno de los efectos más visibles de las revelaciones de Snowden fue la pequeña señal amarilla que comenzó a aparecer en el servicio de mensajería WhatsApp en abril de 2016: "Los mensajes y llamadas en este chat ahora están protegidos con cifrado de extremo a extremo".
Antes de Snowden, este cifrado lo usaba poca gente. "Si pudiera regresar a 2013", explica Jillian York, directora del departamento internacional por la libertad de expresión del grupo por los derechos digitales de la Fundación Electronic Frontier, "yo quizá en mi teléfono tendría TextSecure, la versión previa de la comunicación cifrada de la aplicación Signal. Tendría otra herramienta de cifrado de correo electrónico, PGP, pero no la usaría nadie". La única gran excepción era el iMessage de Apple, que ha estado cifrado de extremo a extremo desde su lanzamiento en 2011.
Los desarrolladores en las grandes empresas tecnológicas, escandalizados por las revelaciones de Snowden, comenzaron a ponerse en acción. Algunos, como los de WhatsApp, aplicación que fue comprada por Facebook un año después de que salieran a la luz las filtraciones, implementaron su propio cifrado. Otros, como Alex Stamos, de Yahoo, dimitieron antes que apoyar más espionaje (Stamos es ahora director de seguridad de Facebook, pero ha anunciado que saldrá pronto de la compañía).
"Sin Snowden", cuenta York. "no creo que Signal hubiera conseguido financiación. No creo que Facebook hubiera conseguido a Alex Stamos, porque se habría quedado en Yahoo. Estas pequeñas acciones provocaron acciones mayores. No es que estas empresas de pronto dijeran ‘nos importa la privacidad’. Creo que no tuvieron otra opción".
Otros cambios en el sector tecnológico demuestran que la influencia de Snowden ha sido limitada en muchos aspectos. El ascenso del "altavoz inteligente", ejemplificado en el Echo de Amazon, ha dejado perplejos a muchos activistas defensores de la privacidad. ¿Por qué, sólo unos años después de un escándalo mundial sobre vigilancia a manos del Gobierno, la gente acepta instalar en sus hogares micrófonos que permanecen siempre encendidos?
"El reciente dilema de privacidad que representa instalar un aparato que puede literalmente oír todo lo que dices es una escalofriante innovación en la era de las cosas conectadas a internet", escribió el año pasado Adam Clark Estes, de Gizmodo.
Hacia el fin de la entrevista, Snowden recuerda uno de sus primeros alias, Cincinnatus, en homenaje al romano que regresó a su granja tras servir a la sociedad. Snowden explica que él también siente que, una vez cumplido su rol, se ha retirado a una vida tranquila, pasando el tiempo desarrollando herramientas para ayudar al periodismo a proteger sus fuentes. "Creo que nunca me había sentido tan realizado", afirma.
Sin embargo, aclara que no celebrará el aniversario como un triunfo. Todavía queda mucho por hacer. "El contraataque acaba de comenzar", asegura Snowden. "Los gobiernos y las empresas llevan mucho tiempo en este juego y nosotros acabamos de comenzar".
Traducido por Lucía Balducci
Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/gente-sigue-tener-poder-ahora_0_779372531.html
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