El paquetazo, conjunto de medidas en contra del pueblo a nivel de asistencia social, trabajo, reforma laboral y jubilaciones generó que el pueblo de Colombia reaccionara al mejor estilo de lo que ha ocurrido en los últimos meses en Ecuador y Chile. Los estudiantes fueron reprimidos tanto en el centro de Bogotá como en las inmediaciones de la Universidad de Cali, donde los esbirros del régimen no escatimaron balas de goma y gases lacrimógenos.
Piedad Córdoba, una de las dirigentas más importantes informó que la Policía reprimió a estudiantes y trabajadores en el centro de Cartagena, demostrando que no solo la movilización es de carácter nacional sino también la represión instrumentada por el régimen de Duarte. El uribista tiene en servicio permanente en alerta roja a todos los uniformados del país, entrenados en su mayoría en Estados Unidos. El imperio estadounidense tiene dieciseis bases en territorio colombiano.
Las movilizaciones en contra de un régimen en el país no habían tenido una dimensión tal desde hace casi 60 años. En un mensaje televisivo Iván Duarte se mostró desafiante y ratificó la voluntad de la ultraderecha de mantenerse en el poder. No respondió por las violaciones a los Derechos Humanos que se muestran en las calles.
Walter Goobar, periodista argentino experto en política internacional explicó que la gestión actual ha desarmado el difícil entramado para pacificar que había logrado el anterior Presidente Juan Manuel Santos. Duarte, al igual que el recién mencionado, también es un hombre del ultraderechista pro-norteamericano Álvaro Uribe, principal responsable de la guerra civil permanente en la que se desangra Colombia.
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